En muchas ocasiones nos encontramos con semillas comestibles que destinamos a un único uso y no se nos ocurre ninguno más. Esto suele suceder con las de girasol o de sésamo, por ejemplo. Incluso hay veces en que vemos paquetitos de semillas que nos resultan muy atractivos pero no sabemos qué cocinar con ellos.

Para darles algunas ideas, preparamos un sencillo listado de  preparaciones con estos 3 tipos de semillas:

Con semillas de girasol

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Las podés encontrar crudas, tostadas, con o sin sal, peladas, etc.
Una buena idea es que las usés para agregarle sabor a cualquier tipo de pan, ensaladas y salsas saladas. También podés hacerla en paté (se parece en sabor al tahini) y añadirla al pesto tradicional.

 

Con semillas de lino

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Para que adquieran un sabor muy agradable y una textura crujiente, te recomendamos que las dores o ases un poquito previamente. Se usan mucho en ensaladas y panes, pero podés aprovecharlas molidas y mezcladas con agua como sustituto del huevo (queda gelatinosa, parecido a lo que sucede con las semillas de chía). Con esa consistencia se pueden usar para casi todo: galletas, crackers, panes, salsas, ensaladas y más!

 

Con semillas de sésamo

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A estas semillas las podemos encontrar sin tostar, tostadas, negras, molidas con sal, en pasta, en aceite, mezcladas con aromáticas, etc. Tradicionalmente tanto las colectividades árabes y orientales, así comos los vegetarianos, las añaden a sus salteados de verduras, en el yogur de la merienda, sobre los postres como decoración o como ingrediente extra del pan.

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Qué esperás para probar algunas de estas ideas?

 

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