La espelta es uno de los cereales más antiguo que no ha sufrido tantas modificaciones genéticas como el trigo (manipulado para satisfacer las necesidades de fabricación).

Hoy día, y gracias a las nuevas corrientes de alimentación natural y productos ecológicos, el cultivo de la espelta se está recuperando,  ya que este Cereal es resistente y se adapta sin problemas a las duras condiciones climáticas,  necesitando  de apenas cuidados,  sin abonos químicos ni plaguicidas.

 

La espelta es un gran aliado para nuestra salud, apoyando de forma saludable sus funciones en el sistema cardiovascular, óseo, sistema nervioso y sistema inmunitario.

Muchas de sus características originales que le proporcionan un perfil nutricional increíble, junto con una fácil digestión que le otorga cualidades anti-inflamatorias.

 

Proteínas. Es cierto que la espelta tiene algo más de proteínas que el trigo (15% frente al 10%), pero lo más importante es que estas proteínas contienen los ocho aminoácidos necesarios para el cuerpo humano. Estos aminoácidos se llaman «esenciales» porque el cuerpo no puede producirlos. Sólo se consiguen a través de los alimentos. Además, estas proteínas contienen más cantidad de un aminoácido llamado lisina que en el caso del trigo, lo que las convierte en proteínas con mayor calidad biológica.
Fibra. La fibra de la espelta es sobre todo fibra soluble. Ésta retrasa la absorción de los hidratos de carbono, por lo que resulta beneficiosa para todas las personas, pero sobre todo para los diabéticos. También, y gracias a su alto contenido en fibra, es ideal contra el estreñimiento y en dietas de adelgazamiento.
Minerales. El contenido mineral también es más alto en la espelta, destacando el magnesio, fósforo, hierro y zinc.
Vitaminas. La espelta contiene vitaminas B, E y A. Para hacernos una idea, una rebanada de pan de espelta contiene aproximadamente un 75% de riboflavina (vitamina B2), ¡que resulta ideal esta contra las migrañas!

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El alto porcentaje de fibra, hidratos de carbono, vitaminas y minerales de la espelta la hacen ideal para preparar panes integrales y pastas alimenticias, mucho más sanas que las elaboradas con harina de trigo (contiene más proteínas y más vitamina B1 y B2). Como hemos dicho, es muy recomendable mezclar la harina de espelta con la harina de trigo para conseguir mejores resultados, ya que al tener menos gluten produce panes y masas excesivamente compactas

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