El sésamo blanco es una semilla oleaginosa que se usa especialmente en la cocina oriental y muy conocida como complemento en preparación de panes, pero:  ¿Sabías que existe una variedad que te nutre mejor? ¡El sésamo dorado!

 

Las semillas de sésamo o de ajonjolí  son originarias de la India y de África. Desde allí llegaron a América transportada por los esclavos, quienes utilizaban sus semillas para espesar y dar sabor a una gran variedad de platos.

Esta planta, actualmente muy cultivada en los países de Oriente Medio,  puede alcanzar hasta 1,50 m de altura cultivada en campos cerca de los ríos. Una sola planta de sésamo de puede llegar a tener entre 8 y 35 semillas aproximadamente.

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De las que se encuentran en el mercado podemos distinguir 3 tipos:

  • Sésamo blanco, refinado o pelado: es de color claro por estar desprovisto de la parte externa, que es donde se concentran buena parte de minerales como el calcio..
  • Sésamo negro: rico en antioxidantes y en hierro
  • Sésamo dorado, integral o completo con cascarilla: es el más rico en calcio, se utiliza en la cocina natural. Éstas son secas, limpias, de color dorado y con un sabor característico a nuez y avellana. El sabor es más intenso cuando se tuestan o se fríen ligeramente.

El principal beneficio del sésamo dorado comparado con el blanco es su altísima cantidad de calcio. En 100 gr de sésamo dorado puede llegar a haber casi 1000 mg de calcio. Contiene más calcio que muchos quesos y que cualquier otro lácteo, fruto seco o semilla. Es por ello que es muy recomendable para la ingesta de vegetarianos y veganos, y para aquellas personas con problemas de huesos.

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Comparación

Además del calcio, las semillas del sésamo son ricas en:

  • Proteínas: Si bien es cierto que no contienen todos los aminoácidos esenciales, combinándolas con cereales, podemos obtener una proteína de alto valor biológico.
  • Ácidos grasos: Como el Omega-3 y Omega-6. Estos ácidos son los más importantes y beneficiosos para la salud de nuestro organismo. Se les llama ácidos grasos esenciales porque nuestro organismo no los puede fabricar y necesitamos ingerirlos a través de la dieta, beneficiando así nuestro sistema cardiovascular.
  • Fibra: Fundamentales para mantener una buena salud intestinal ya que actúa como un cepillolimpiando en profundidad los elementos tóxicos que van quedando depositados en las paredes intestinales, ayudando de esta manera al buen tránsito intestinal
  • Vitaminas: Como la B1B3B6 y el  ácido fólico. Éstas  son esenciales para la buena salud de la piel y de los tejidos, y también contiene una cantidad significativa de vitamina E, una de las vitaminas más antioxidantes.
  • Minerales: Como fósforopotasiomagnesio, hierro, zinc, etc.

Otras de sus características bondadosas son:

  • protección de nuestra flora bacteriana
  • efecto antifungico
  • ayuda en la prevención de Osteoporosis
  • mantiene sanas las encías
  • favorece el buen descaso
  • Colabora con la erradicación de la anemia por su alto contenido de hierro.

Y finalmente: ¿Cómo consumirlas?

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Hay muchas maneras pero lo mejor es mezclarlas en ensaladas o junto con tu desayuno, por ejemplo añadiéndolas al muesli de cereales de cada mañana.  Lo que sí es importante aclarar que lo ideal sería consumirlas ligeramente tostadas, para eso hay que lavarlas y tostarlas en una sartén. 

 

¿Qué estás esperando para conseguirla? ¡Visitanos!

 

 

 

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